Según mi apreciación,
si existe la pintura paleolítica y es visible en la cueva Chauvet como una
forma de expresión, un medio por el cual nuestros antepasados, a través de la
utilización de materiales comunes para ellos, tales como el carbón que les
entregaba su principal fuente de calor y luz en las noches, lograron expresar
figuras perfectamente identificables, haciendo trascender su ambiente natural
hasta nuestros tiempos.
La pintura
paleolítica muestra la línea como la constitución de un contorno, que es
separado de la luz a través del un trabajo de sombreado.
Esta forma de expresión
y el trabajo conjunto de la línea y el sombreado, nos lleva a percibir la
voluntad que tenían nuestros antepasados de transmitir profundidad y
tridimensionalidad a través de sus pinturas y probablemente acompañado del
entorno mágico que otorgaba la aparición de estas pinturas tan solo a la luz
del fuego, la forma de expresión se hacia mucho mas potente, otorgando un
ambiente mágico, transformándola en una cueva de sueños olvidados.
Al observar las
pinturas de la cueva de Chauvet, abstraje el trabajo de contorno (línea) y
sombreado, realizando trazos orgánicos con carbón de sauce artel y
experimentando distintos sombreados que podrían expresar profundidad y
tridimensionalidad.
“Las formas orgánicas se
caracterizan por tener un contorno irregular y caprichoso. Las formas geométricas son las que
tienen un orden matemático. ... Están limitadas por rectas o curvas y pueden
ser regulares o irregulares.”
También quise experimentar directamente sobre una piedra, para intentar generar semejanza con la roca de la cueva de Chauvet. Debido a su porosidad la experiencia es muy distinta.